
Tras un comienzo marcado por el intercambio de goles mientras se ajustaban las defensas, las de Alfredo Múñoz le cogieron el compás al partido, con numerosos cortes de balón y grandes contrataques, lo que propició que la primera parte acabara con un 17-5 que hacía prever una gran segunda parte.
En la reanudación, el partido llevó los mismo sones que en la primera, una defensa muy sólida de las quinteñas sumadas a un ataque fluido, que hizo que el partido terminara 32-12.
El conjunto de Adolfo Gómez también se impuso en su encuentro, en el que un gran trabajo defensivo hizo que las jugadoras de San Agustín solo lograran cinco tantos en la primera mitad, por 13 de las locales.
En la segunda mitad el encuentro estuvo más igualado, pero la renta obtenida en los primeros 30 minutos auparon a las quinteñas hasta la victoria final 25-16.